El Aserradero del Alto de los Robles

Hemos relatado que cuando se intentó realizar el camino a Guápiles por el sector de Cerro Dantas entre 1930 y 1940 surgió una serie de denuncios ó pequeñas parcelas cerca de donde pasaba la antigua trocha a Guápiles, ya hoy totalmente abandonadas y la montaña reclamó lo que era suyo .

Se le conoce como El Alto De Los Robles al sector donde está el Refugio De Asís cerca de cerro Chompipe, el cual todavía hoy hay unos robles dignos de admirar con mas de 100 años, los cuales puedes admirar algunos que están camino a la antena que tiene el ICE en este cerro , hay unos gigantes con brazos enormes, llenos de musgo contemplado desde el cerro el Valle Central como si fueran guardianes, su belleza es tal que una fotografía de ellos es digna de una portada de libro ó almanaque.

Como se abrían fincas, se talaba mucha madera de roble, cedro, llorón, aguacatillo y muchos árboles más propios de la zona, eso creo una oportunidad para montar un aserradero de madera que a la vez tenía mercado seguro en la zona, primero con los parceleros que ocupaban madera aserrada para hacer sus casas, gallineros y lecherías, luego con los vecinos de poblados como Los Ángeles y San Rafael.

Un señor conocido como Don Pepe Aguilar fue quien instaló un aserradero precisamente al pie del refugio de Asís esa propiedad tenía anteriormente otra entrada aparte del camino actual

Se podía ingresar por el camino que pasa por detrás Residencial Del Monte (conocido como Tirol) precisamente el camino que lleva al antiguo Hotel Barbizón hoy propiedad de una Universidad Norteamericana, ese camino conducía a varias propiedades como el Encierro de Reyes ,Laguna San Rafael (conocida por varios nombres) y llegaba a la propiedad del Aserradero de Don Pepe Aguilar, hoy Refugio De Asís .

En esa propiedad precisamente a la entrada hay un riachuelo conocido como la Quebrada De Monge que pasaba por el aserradero , esa quebrada trasladaba las tucas de madera desde el alto donde las depositaban, flotaban cual barco hasta el aserradero donde las aserraban.

Lógicamente se dió una deforestación bárbara, que hoy no se permitiría, pero hace 100 años la cantidad de población, la necesidad de agua y el estado de la contaminación ambiental era muy alejado de la situación actual ,y para esa época el aserradero cumplió una función importante y generó empleo, en esos años los parceleros y trabajadores les tocó un trabajo muy duro, se talaba el árbol a base de hacha y se sacaba con bueyes entre el barro las tucas rumbo al aserradero.

Había una labor muy importante que tenían que realizar antes de aserrar y era que la maquinaria del aserradero en esos años ocupaba que se le hiciera las cuatro caras a la tronca es decir quitar lo redondo y dejarla en forma de un cubo.

Para eso se ocupaba una gran destreza con el hacha y no era cualquier trabajador, que debía ser muy hábil con el hacha, se ocupaba concentración, hacha muy afilada y excelente pulso, esa labor se conoció como labrar madera.

Me cuentan que se destacaron algunas personas y que algunas familias vinieron a la zona con ese propósito entre ellos Don Chico Chanto y sus hijos Alfredo ,Paco, Chalo que trabajaron muchos años en estos sectores; hay una frase que le atribuyen a Don Paco Chanto porque era un señor alto y delgado y su apariencia engañaba y dudaban pudiera con faenas tan pesadas y a una consulta de que si podría hacer el trabajo contestó “Por qué puedo vengo y no haber si puedo”, y más que sobrado pudo con la faena como muchos otros valientes trabajadores de la época.

Cuando se abandono proyecto de carretera a Guápiles por este sector paulatinamente se fueron abandonando las parcelas o denuncios y con eso la materia prima del aserradero del Alto de Los Robles, y este se eliminó por parte de su dueño el señor Aguilar.

Y la montaña empezó a recobrar el terreno perdido y de nuevo surgieron los árboles y arbustos y su fauna se recuperó y hoy lucen su verdor impresionante , con el soplo del viento, los árboles emiten música que acompañan el dulce canto de las aves y los árboles de robles se regocijan ya el filo del hacha no cortará su piel, y morirán ancianos dejando mucha descendencia.

Colaboración: Fotografías:

Abel Chavarría S Isaac González S.