Habíamos comentado que cuando se eliminó la primera capilla se entró de nuevo en un letargo y el pueblo ya no recibía la eucaristía, con la llegada del padre Eliecer Figueroa se empezó a celebrar los días sábados en la escuela y es así que, un día un grupo de vecinos entre ellos, Rigoberto Delgado, Adrián Hernández ,Javier Ugalde y otros más, una tarde visitan al párroco en la parroquia de San Rafael de Heredia y le manifiestan el deseo de iniciar la construcción de una pequeña capilla, el párroco les da el visto bueno y sin contar con un sólo cinco se lanzan a la aventura.
Organizan actividades como turnos, bingos, ventas de comidas, donde otros vecinos se unen, sobre todo las mujeres muy valientes de esos años como; Amelia Orozco, Arabela y Aurora Sánchez, la familia de Don Adrián Hernández, la familia de Don Víctor Ramírez, la familia Sequeira, y muchos más.
Con el dinero que se recauda se compra cemento, alguna madera y zinc ,y se construye una pequeña capilla donde está el templo actual, aquí debe resaltarse la labor de Don Efraín Montero Cordero, un humilde carpintero de Getsemaní, pero su infancia había sido en la zona, regala prácticamente su trabajo y ayudados por otros vecinos construyen aquella pequeña capilla.
Recién se empezaba a usar y el cantón de San Rafael cumplía100 años, año 1985 y al padre Figueroa se le ocurre que todo pueblo con Iglesia ó capilla de la parroquia le corresponde ser centro parroquial por un mes.
El susto que se llevaron los habitantes de San Gabriel fue tremendo, ellos eran los más pequeños y humildes de los templos del cantón, cómo ellos podrían ser centro par roquial por un mes, ni siquiera tenían una imagen del Arcángel San Gabriel, no tenían coro, ni instalaciones para recibir a los visitantes del cantón.
El padre Figueroa los animó y quien dijo miedo, les pusieron el pecho a las balas, les prestó el San Gabriel de la Parroquia, sé improvisó con algunos guitarristas aficionados como Franco Chanto, Chino, Marvin Ugalde y quien les relata, y con algunas chiquillas de aquel entonces (ya hoy hasta abuelas algunas) se armó el coro se reforzó en algunas de las misas como en la entrega del centro parroquial con el acordeonista Enrique Chanto lo cual mejoró el sonido.
En las noches de ese mes que San Gabriel era centro parroquial se recibían diferentes visitas de cada centro religioso del cantón y las mujeres del pueblo sacaban lo mejor de su cuchara para atender con alguna bebida caliente y algún gallito a los visitantes.
Modestia aparte la más humilde de las comunidades de la parroquia, se lució y eso motivó a seguir adelante y surgió la inspiración del Arquitecto Warnes Sequeira y su padre.
Continuará…
Colaboración de Abel Chavarría S.
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